Frida y la moda: Lucir para ocultar


Llevaba bastante tiempo con las noticias del armario de Frida Kahlo rondándome la cabeza, pero nunca encontraba tiempo para sentarme y escribir como es debido. Cuál ha sido mi sorpresa al finalmente sentarme a hacerlo al descubrir que la exposición de su ropa se encuentra ahora mismo en Londres en la Michael Hoppen Gallery, lo que me viene como anillo al dedo ya que estaré por allí la semana que viene.

Resulta que cuando Frida murió, su marido y también artista Diego Rivera, cerró su armario y declaró que no podría ser abierto hasta 15 años después de su muerte. Sin embargo, pasaron muchos años más hasta que su ropa finalmente fue organizada y catalogada en 2004. No ha sido hasta ahora, cuando la obra de la fotógrafa Ishiuchi Miyako (encargada de fotografiar las prendas) ha sido expuesta, que la ropa de la curiosa artista ha logrado el protagonismo que se merece, aunque fueran expuestas en el museo-casa de la pintora hace algunos años.


La curadora que invitó a Miyaho a fotografiar las prendas y exponerlas en 2012 en el Frida Kahlo Museum, pone de manifiesto lo especial de este vestuario y lo que contrasta con lo que en un principio se pensaba sobre el interés de Frida por remarcar su visión política a través de la ropa:
Después de sus accidentes Khalo construyó un vestuario icónico que de alguna manera camuflaba sus enfermedades físicas. Ishiuchi Miyako documenta los vestidos tradicionales de Tehuana que maquillaban los daños de su cuerpo y que actuaban como saludo feminista a la sociedad matriarcal de la que venía

Frida vestía siempre la indumentaria de las diferentes regiones de México y algunas piezas de su propia creación. Con ello, no sólo lucía con orgullo sus orígenes, sino que estas voluptuosas faldas le permitían esconder la cortedad y delgadez de su pierna derecha, afectada por la poliomielitis a los seis años, y que mucho más tarde se fracturó en más de 11 lugares a causa de un grave accidente de autobús.


De hecho, tras este accidente, Frida tuvo que permanecer en una escayola de cuerpo entero durante tres meses, y fue una de las primeras ocasiones en las que se pone de manifiesto este interés por utilizar la ropa como forma de ocultar su enfermedad: tanto la escayola como otros elementos protésicos que tuvo que utilizar más adelante fueron decorados por la artista, convirtiéndose en obras de arte.


Además, la exposición nos permite hacernos una idea del dolor que llegaba a sentir esta señora… hay multitud de corsés y cintas que la permitían mantenerse recta y que se escondían bajo sus coloridos vestidos, todos ellos de enorme calidad, según cuenta el restaurador que ha tratado sus prendas, muchas de ellas además manchadas de pinturas, pues la artista no usaba mandil para crear sus obras.


Además, se pueden ver más complementos, algunos de ellos la mar de curiosos: gafas de sol, perfumes, esmalte de uñas, polveras (hay una en la que ella misma pintó un cigarrillo)…


Como estará hasta el 12 de julio en la Michael Hoppen Gallery de Londres, lo mismo hasta me paso a verla la semana que viene.



Las fotografías no me pertenecen, aunque los collages sí. The images are not mine, but the collages are.
Fuentes; 1, 2, 3, 4


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Comentarios

Noelia ha dicho que…
¡Muy buena la expo! Decí que me queda del otro lado del mundo, sino me gustaría mucho ir a verla. Sacá fotos por nosotras, las que estamos lejos así la disfrutamos jaja. Muy lindo tu blog, te invito a pasar por el mío, besos ♥

http://albenpocaspalabras.blogspot.com
Miss Cross ha dicho que…
A ver si al final me puedo pasar a verla y os cuento!!!!

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