Misterios de la alta costura... Dior

Como sabéis, la semana pasada estuve con el MBA en París. Los últimos días os he puesto unos cuantos post con algunas postales de la ciudad en lo que he esperado que sea una visión algo distinta de la ciudad de la luz.

Sin embargo, me he guardado lo mejor para el final. Con motivo del programa que fuimos a hacer allí, y en colaboración con el IFM, tuvimos la oportunidad de visitar en dos grupos dos tiendas emblemáticas: el flagship Store de Louis Vuitton, y el de Dior. La fortuna quiso que yo me encontrara en el segundo grupo, y tuviera la oportunidad de soñar en directo.

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Primera mente, pasamos por la recepción de las oficinas para registrar nuestra visita, donde pudimos hacernos un book con el mismísimo Monsieur Dior…

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… para luego adentrarnos en su mundo. Entrar en el showroom por la sobria puerta y entrar en aquellos pasillos silenciosos iluminados con una tenue luz y plagados de fotografías antiguas del modisto y sus trabajos allí me puso los pelos de punta. Todo era tan elegante, y tan sencillo…

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… y entonces se hizo la luz. Sé que suena cursi, pero tenéis que poneros en nuestra piel. De pronto, al final de la escalera, entramos en un espacioso cuarto de grandes ventanas que estaba decorado, ni más ni menos, por la última colección de alta costura de Galliano. Creo que durante un par de segundos me quedé sin respiración.


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… Allí todas, de pie, rodeadas por costura de la más fantástica, escuchábamos atentas a las palabras de nuestro anfitrión, que nos narraba brevemente la historia de la casa, y la inspiración de la colección que nos rodeaba. En aquel momento, consciente como era de que no podíamos hacer fotos, no pude sino ponerme a dibujar en mi moleskine un pequeño sketch de lo que estaba viendo, consciente de que (al menos en el corto plazo) no me iba a ver en otra semejante. El dibujo lo podéis ver en este post.

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… Pero sinceramente, no me podía ir de allí así… armada como iba con mi Canon “buena” no podía marcharme sin, al menos, una fotografía del vestido que me había cautivado desde mi llegada. Así que hice de tripas corazón, y me acerqué a nuestro anfitrión resuelta a hablarle de mis inquietudes. Le hablé del blog (y le di mi tarjeta), de la oportunidad y delicia que suponían mi visita al showroom, y le pedí que me dejara, al menos, tomar un par de fotografías. La respuesta fue mucho mejor de lo que esperaba… me dio permiso para tomar todas las fotografías que quisiera, así que he querido compartirlas con todos vosotros.


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… Empecé por el vestido que me había robado el corazón… Pero pronto abrí el objetivo a todas las maravillas allí expuestas.


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… Sentí mucho no poder tocar todas aquellas prendas colgadas en Racks…

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… Pero de lo mejor, sin duda, el poder ver de primera mano todos los detalles que hacen de las piezas de alta costura un arte: la pedrería, los bordados, las incrustaciones, todas las maravillosas telas y los vivos colores…



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… Todo un placer, ¿no?




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… Espero que las hayáis disfrutado…

Comentarios

Martina ha dicho que…
Que maravilla! Sin duda he disfrutado con las fotos. El vestido del que te "enamoraste" es espectacular! Buen finde cibelino :)

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